Croacia, Eslovenia, Italia, Francia, Mónaco y Andorra (julio 2010)

Salimos desde Palma en un viaje, pelín imprevisto, destino Croacia. De la noche a la mañana decidimos que necesitábamos unas vacaciones y en menos de una semana ya teníamos los billetes de barco, las guías de viaje y la siguiente ruta prevista:

En un principio íbamos a tomar el barco Palma-Barcelona pero finalmente decidimos que uno de nuestros sobrinos, Rodrigo (15 años), vendría con nosotros por lo que tendríamos que ir hasta Aranjuez a buscarlo. Cambiamos el trayecto marítimo a Denia.
Y llegó el día, el barco salía a la 8 de la mañana y allí estuvimos puntuales como clavos, con ese gusanillo que se te pone en el estómago cada vez que comienzas un viaje

Tras cinco horitas y una escala en Ibiza, llegamos a Denia y ya enfilamos a Aranjuez, con alguna parada para comer el bocata y repostar

Llegamos sin problema a casa de mi hermana y tras una cenita en familia, nos fuimos a dormir ya que al día siguiente nos esperaba un buen madrugón y unos cuantos kilómetros ya que sería el día más "heavy". Nuestra intención era llegar hasta Carcassonne después de pasar por Andorra.
Rodrigo estaba emocionado, era su primer viaje en moto y encima el plan era en saco de dormir y tienda de campaña... ¿Qué más se puede pedir a su edad? Además le nombramos reportero oficial de la expedición y se lo tomó muy en serio. No paró de hacer fotos en la carretera

Cuando se aburría le daba a la vena artística

En general hicimos mucha autopista pero cuando llegamos a los Pirineos, recorrimos unos sitios muy chulos y en alguno de ellos paramos a descansar

Como veis, con 15 años Rodrigo me saca una cabeza...
(...fijaos en dónde dejó el casco... pufff....)
En Andorra La Vella, que me pareció caótica, estaba todo en obras pero aprovechamos para hacer una parada y comer algo


Y de nuevo en la carretera, nos encontramos paisajes preciosos

Y pueblitos con encanto

Finalmente llegamos a Carcassonne y dejamos el campamento listo antes de irnos a visitar y cenar al casco antiguo




Como veis, es un sitio espectacular. Nos recorrimos el interior de las murallas y allí disfrutamos del triunfo de España ante Alemania en las semifinales del Mundial Ninguna mejor manera de terminar el día
Lo que tiene estos viajes es que toca madrugar casi cada día. Si quieres hacer los kilómetros con la mejor temperatura posible y llegando a destino con tiempo suficiente de montar el chiringuito y visitar los alrededores, hay que tomárselo en serio y dejar el sueño para cuando vuelvas a casa. Así que nos fuimos a dormir como angelitos, después de la paliza que nos habíamos metido entre pecho y espalda.

------------------------------------------------------------------------------------
Tercer día de viaje y... ¡¡¡oh Dios mío!!! NOS HEMOS QUEDADO DORMIDOS

Después del palizón de ayer o no hemos oído el despertador o se nos olvidó ponerlo. El caso es que eran las 09.30 de la mañana cuando abrimos el ojo. Decidimos que tenemos que cambiar los planes y después de recoger las tiendas, preparar las motos y desayunar, ponemos rumbo a Monte Carlo. Desde luego... no hemos casi empezado y ya estamos improvisando. Menos mal que no somos de reservar nada que si no... mal nos iría.
Hacemos alguna que otra parada para descansar, estirar las piernas y reponer fuerzas


En la autopista, de vez en cuando la tarjeta se borra y montamos el atasco

Y ya llegamos a la zona horrible (no me gusta nada) de túnel-puente-túnel-puente-túnel....


Y llegamos a Monte Carlo, bajamos hasta el puerto y empieza el lujo a todo trapo


Cuando estábamos llegando miramos al suelo y adivina dónde estábamos: en la parrilla de salida del Gran Premio de F1. Todavía se veían las marcas de pintura de las posiciones de salida. Nos dimos un paseo por allí y aprovechamos para tomarnos unos helados monegascos



Allí mismo había dos motos aparcadas con el equipaje montado de una manera un tanto pecualiar... no pude evitar sacar unas fotos

Lo mejor de todo, el casco arriba del todo
Y otra vez en la carretera entramos en Italia y pasamos del francés al italiano

Esa noche dormimos en San Remo, junto al mar

Esta vez pusimos tres despertadores No nos volveríamos a quedar dormidos ningún otro día.

------------------------------------------------------------------------------------

Cuarto día, próximo destino... Venecia... mmmhhh qué romántico

Nos levantamos muy temprano en San Remo y nos encontramos con esto

Sé que a los que vivís sin el mar cerca estas cosas os matan... y más ahora, en veranito, pero no podía dejar de enseñaroslo, al igual que otras fotos que pondré más adelante Me vais a terminar odiando
Volviendo al viaje, ese día tocó mucha autopista italiana y muchos de vosotros ya sabréis lo que es eso: el infierno
Por lo menos, en moto, no te comes los atascos.
Llegamos a Venecia y después de algunos problemas con las indicaciones del GPS, encontramos el camping en Fusina. Este también estaba al borde del mar y cuando montábamos las tiendas pasó por delante de nosotros un pedazo de barco carguero llenito de coches hasta la bandera. De verdad que estaba a 2 metros de nosotros y era enorme. Era de las Líneas Grimaldi... deben estar forrados

Cuando tuvimos todo listo tomamos un barco que salía de allí mismo hacia Venecia. En el camino pasamos de largo unas cuantas islas muy chulas

y llegamos a destino. Venecia es... en fin, creo que sobran las palabras







Hay que decir que había millones de turistas y que todo está enfocado al turismo pero sigue siendo un lugar encantador. Por suerte la marea estaba baja y pudimos pasear por la plaza San Marcos sin problemas.
Cenamos en un sitio muy italiano con unos camareros super simpáticos. Eso sí, la clavada ya no fue tan simpática
De vuelta en el camping, rápidamente caímos todos rendidos pero antes, los tres despertadores se activaron de nuevo... otra vez había que madrugar. Al día siguiente nos esperaban por fin Eslovenia y Croacia. Ainnnssssss... qué ganas!

------------------------------------------------------------------------------------

De nuevo en la carretera, a la salida de Vencia tomamos dirección Trieste para acercarnos a la frontera con Eslovenia.
De repente la autopista está completamente atascada. Los coches ni se mueven y no sabemos por qué ha sido, pensamos que es un accidente. Con mucho cuidado y aprovechando que vamos en moto, sorteamos los 11 kilómetros de atasco y finalmente llegamos al punto causante de tal caos: el peaje. No me lo puedo creer.
Os podéis imaginar, en pleno mes de julio, con un sol de justicia y un atasco de esas dimensiones creado simple y llanamente por la mala gestión de los peajes. La verdad es que he alucinado bastante con las autopistas italianas
Un cero
Dejamos atrás este desastre y pronto alcanzamos la frontera que nos llevará hasta:

De repente todo cambia, el paisaje se vuelve verde y da gusto conducir

El tráfico ha desaparecido e incluso se está más fresquito

Parece mentira que en cuestión de unos pocos kilómetros, todo haya cambiado tanto. Y yo me pregunto ¿de dónde han salido todos estos árboles? Este país es un puro bosque
Y llegamos a Ljubljana

Lo primero que aprendemos es que en esloveno la "j" se pronuncia como nuestra "i" y con esto, intentamos ir leyendo las indicaciones.
Todo parece nuevo y la ciudad es preciosa. Está muy cuidada y nada más llegar nos damos un paseo por el mercado donde aprovechamos para comprar algo de fruta para la cena

Luego nos montamos en el teleférico para subir a ver el castillo (hacía mucho calor y no apetecía ir andando)

También nos damos un paseo por el puente de los dragones, muy bonito


Sin duda alguna, el cartel del baño de caballeros me ha matado la foto
La gente es encantadora y el ambiente por las calles, estupendo. Aprovechamos para comer algo ligerito en un chiringuito que encontramos en la plaza del mercado

Y os presento la cerveza eslovena, rica, rica:

Volvemos a ponernos en marcha y vamos pasando por pueblos muy bonitos. La sensación de Eslovenia en general es muy buena. Hoy no estaremos mucho tiempo aquí, dejamos pendiente para el viaje de vuelta unos días más en este país.

Y llegamos a Croacia


Se nota que están trabajando muy duro para recuperarse de las secuelas de la guerra pero todavía se ven cosas que a nosotros nos llegan a sorprender como las casas con los efectos de la metralla en sus paredes


Incluso el carácter de la gente, sin llegar a ser desagradables en ningún momento, es diferente al de sus vecinos eslovenos.
Las carreteras siguen siendo muy agradables y da gusto conducir



Finalmente llegamos al camping situado junto al río Korana. Estamos a 6 km del Parque Nacional de los Lagos de Plitvice, lugar imprescindible de visitar en un viaje a este país.
Montamos las tiendas y nos vamos a dar un paseo por los alrededores

El camping no dispone de piscina pero ¿quién la necesita pudiéndose bañar uno en el río Korana?



¡Un disfrute total! Una sensación inmejorable. El agua era totalmente transparente.
De vuelta en el camping, programamos la jornada de mañana antes de cenar e irnos a dormir.


------------------------------------------------------------------------------------

En el camping nos habían informado la tarde anterior de que había un autobús que te llevaba hasta el P.N. a una hora bastante decente pero preferimos llegar hasta allí con las motos y a primerita hora para evitar así las hordas de turistas que conlleva el viajar en el mes de julio. Así que... tocamos diana a las 05.30, desayunamos, recogimos todo y nos fuimos al Parque. Al llegar allí, muy amablemente nos indicaron dónde aparcar y fuimos gratamente informados de que las motos no pagan parking

Abonamos las entradas y nada más cruzar la puerta de acceso al interior, ya empezamos a flipar. No paramos de hacerlo hasta unas horas más tarde cuando ya íbamos de camino a nuestro siguiente destino.
Según llegas te encuentras con esto

Y ya sigues todo el camino disfrutando de lo lindo

Fijaos en el agua, es totalmente transparente y se ven montones de peces


No se para de ver cascadas durante todo el recorrido



Te dan muchas ganas de bañarte pero no se puede...
Lo que está claro es que este sitio es el paraíso de los peces



Y de algún que otro pato, eso sí, rodeado de peces

Una maravilla de lugar, os lo recomiendo a todos, no os va a defraudar



Las aguas se ven de un color turquesa alucinante, aunque en las fotos no se llega a apreciar del todo el color. Según te vas acercando al agua te das cuenta de que se ve el fondo con una claridad asombrosa. El efecto es espectacular.


En fin, que disfrutamos un montón, el madrugón había realmente merecido la pena

De vuelta al parking a mi sobrino le gustó una Africa Twin que habían aparcado junto a nuestras motos... Rodrigo ya apunta maneras

Ese día nos fuimos hasta Split y nos alojamos en un camping en los alrededores de la ciudad. Queríamos llegar con tiempo suficiente de preparar el campamento, darnos un paseo y luego encontrar un buen lugar para ver la final del Mundial.
Croacia es muy mediterránea, preciosa.


Y después de un buen baño en el Adriático, nos dirigimos al bar del camping y nos encontramos con que habían montado una pantalla gigante en la playa. Estaba todo llenito hasta la bandera de camisetas y gorros NARANJAS. Glup!.... Sólo 3 españolitos entre tanto holandés... Para nuestra sorpresa, no fuimos los únicos en cantar y celebrar el gol de la victoria, nos acompañaron muchos croatas y algún que otro inglés y belga. Fue la caña.
Esa noche nos fuimos a dormir agotados y felices, no todos los días se gana un Mundial

------------------------------------------------------------------------------------

No sé muy bien qué ha pasado pero de los siguientes 3 días me faltan las fotos de una de las cámaras pero en cuanto las recupere os las mostraré. Hay algunas tan interesantes como la de una señal en la autopista avisando de la presencia de osos y lobos en los alrededores . Como para pinchar durante la noche...
En fin, continuo ahora con el material que tengo:

Decidimos que los dos próximos días no madrugaríamos ya que estábamos reventados y teníamos que recuperar algo de fuerzas. También decidimos no bajar hasta Dubrovnik e ir ya hacia el norte. Fue una decisión difícil pues yo tenía muchas ganas de visitar la ciudad porque hablan maravillas de ella pero en fin, así tenemos un motivo más para volver.

Cuando abrí la cremallera de la tienda esa mañana, lo primero que vi fue una ardilla de color negro que había venido a visitarnos. Me miró y salió corriendo... vaya cara de sueño que debió de verme, je, je, je...
Cuando estuvimos listos nos fuimos directos a otro Parque Nacional famoso éste por sus espectaculares cataratas. Se llama P.N. de Krka (se pronuncia "Kerka") y al igual que el del día anterior nos gustó mucho pero a este había que añadirle la ventaja de que nos pudimos bañar en sus fresquitas y transparentes aguas
Hasta llegar a las cascadas se recorre unos sitios preciosos


Y la sorpesa es mayor cuando llegas aquí y ves esta maravilla de la naturaleza:

Nos pasamos un buen rato disfrutando del lugar pero eso sí... había más gente de la que nos hubiese gustado. Pero es lo que tiene no madrugar
Cuando nos cansamos tomamos rumbo norte de nuevo y tras comer algo ligerito por el camino, llegamos a un pequeño camping situado en la misma playa. El sitio no llegaba a ser ni siquiera un pueblo, estaba perdido en medio de la nada y nos encantó. No podríamos haber ido a parar a mejor lugar.
Nos bañamos de nuevo en el Adriático y disfrutamos de la puesta de sol


y para terminar un feliz día ¿qué hay mejor que una cervecita y una buena cena de pescaditos y marisquito?


Al día siguiente amanecimos con estos paisajes


Por supuesto que antes de hacer nada nos dimos un bañito en esas aguas... mmhhhh... fue una gozada

Y de nuevo a la carretera, pasamos por Rijeka antes de volver a entrar en Eslovenia que una vez más nos sorprendió por su frondosidad

Nos alojamos en un camping de Postojna, en medio de un bosque. Un sitio muy bonito y tranquilo.
Cogimos las motos, nos fuimos a comer algo y a visitar el castillo de Predjama, famoso por estar construido en medio de una montaña rocosa. También lo visitamos por dentro


El paisaje seguía siendo verde, verde, verde. Estos eran los alrededores del castillo


Y otro día más que se terminaba y en el que lo habíamos pasado fenomenal.
Para el día siguiente volvímos a planear un buen madrugón y una jornada maratón nuevamente ya que queríamos atravesar Italia cuanto antes y llegar a los Alpes Franceses en el mismo día. A ver si éramos capaces de conseguirlo.

------------------------------------------------------------------------------------

Atravesar Italia se nos hizo menos pesado de lo que esperábamos y llegamos a Briançon en un periquete. Otra vez disfrutando de paisajes preciosos durante los kilómetros finales del día, cuando ya nos adentramos en los Alpes Franceses.
Tras localizar el camping que el GPS se empeñaba en colocar al otro lado del río, nos registramos y de nuevo a montar el chiringuito

Ya somo unos verdaderos expertos en montar y desmontar tiendas, extender y doblar sacos y esterillas, etc...

Una vez todo en orden, nos fuimos a recorrer los alrededores. Muy bonito pero... era 14 de julio, fiesta en Francia y estaba todo cerrado. Así que no pudimos hacer la compra para la cena ni el desayuno
Igualmente disfrutamos del paseo, después de tantas horas en moto teníamos el culete cuadrado y había que devolverle su forma habitual, je, je


Por suerte, de vuelta en el camping pudimos hacer la compra y surtirnos de víveres. Aprovechamos para seguir probando las cervezas del mundo

Después de una merendola, nos acercamos al río y allí estuvimos jugando a tirar piedras y disfrutando del paisaje. Lástima que había mucha corriente y no nos podíamos bañar



Había montones de saltamontes por todas partes y nos acordamos de cuando en Vietnam nos los sirvieron fritos




Al día siguiente nos levantamos muy relajados, desayunamos y sin prisa recogimos todo de nuevo. Hoy tocaba un paseito corto, de Briançon al cañón de Verdon.

De nuevo en las carreteras disfrutamos con los paisajes, pasamos por lagos color turquesa, vimos nieve en lo alto de algunas montañas, en fin... espectacular




Paramos a comer en un pueblo pequeñito en el que disfrutamos de unos filetes de buena carne del ganado local... mmmmhhh... nos supo todo a gloria.


Y continuamos nuestra ruta pasando por inmesas extensiones de plantaciones de lavanda cultivadas con la finalidad de elaborar la miel de este sabor


Y más flores...

Llegamos finalmente al cañó y... ¡qué decepción! Era un lugar precioso pero había millones de personas y sus correspondientes vehículos. De repente nos vimos inmersos en un atasco Nunca lo hubiera imaginado. En cuanto pudimos salimos de allí y ya no paramos hasta un camping que localizamnos a la orilla de un lago

Y otra vez a disfrutar como enanos con unos bañitos en plena naturaleza


Y muy bien acompañados


Esa noche nos fuimos a dormir sin cenar ya que se nos habían acabado todas las reservas excepto media baguette y cuando nos quisimos dar cuenta, en el bar ya no quedaba nada de nada y la tienda estaba cerrada. Así que no nos quedó más remedio que repartirnos el pan y con un mendruguillo en la barriga y un hambre que pela, nos fuimos a dormir.

Al día siguiente nos dirgimos a la costa, esta vez tocaba hacer noche en Aiguas Mortes. Allí nos dimos nuestro último baño en aguas francesas e hicimos balance del viaje que ya llegaba a su fin. Mañana volvíamos a España y tocaba de nuevo retomar nuestra vida volviendo a la rutina del día a día


Ahora ya sólo nos queda pensar en nuestro próximo viaje que esperamos sea muy pronto.

Hasta la próxima